Las miniresidencias, lejos de ser espacios de reclusión, son recursos abiertos donde la estancia por parte del enfermo es totalmente voluntaria.
En estos lugares de acogida, aparte de dar cobertura a las necesidades básicas de alojamiento y manutención, se potencia un entorno lo más familiar y normalizado posible.
“Los enfermos que llegan a las miniresidencias suelen ser en principio reacios porque han pasado por la experiencia de estar ingresados en el hospital con un ambiente un poco restrictivo
En estos centros no hay rejas, la puerta está abierta y los enfermos se pueden ir cuando quieran.
Estos centros carecen de psiquiatras y personal sanitario.
Los trabajadores son psicólogos, educadores o terapeutas ocupacionales.
Actividades
Las miniresidencias son lugares de convivencia que acogen entre 25 y 30 enfermos mentales.
Las actividades que éstos realizan tienen un componente rehabilitador que les permite favorecer la mejora de la autonomía personal y les facilita su progresiva integración social.
Lo que se intenta desde estos centros de acogida es buscar el equilibrio ocupacional entre los autocuidados, el tiempo de trabajo y el tiempo de ocio de los enfermos.
Con la idea de que la miniresidencia sea un reflejo del hogar, se organizan las actividades domésticas.
Los enfermos hacen sus habitaciones, limpian el salón y ponen la lavadora con su ropa.
Un día a la semana también se encargan de cocinar ( dependiendo del centro ).
Hay algunos enfermos que trabajan o van al Centro de Rehabilitación Laboral o de Rehabilitación Psicosocial.
Los que no están ocupados se quedan en la miniresidencia y realizan las actividades de compensación laboral consistentes en trabajos voluntarios que pueden ir desde tareas de mantenimiento o jardinería a labores informáticas.
El objetivo que se persigue es que estos trabajos tengan una utilidad.
En el Centro Menni, por ejemplo, se ha creado un taller solidario en el que los enfermos ayudan a las ong con tareas productivas como ensobrar revistas, empaquetar libros o la venta de pendientes para donarlos a estas organizaciones.
Me parece estupendo."Las rejas" pocas veces rehabilitan,es una forma de mejorar sin perder la "libertad".
ResponderEliminarUn saludo.
Supongo que una MR consigue normalizar al colectivo y prestarles una atención personal en función de sus características, me parece muy positivo porque se puede trazar una planificación individual, teniendo en cuenta sus capacidades,intereses y características.
ResponderEliminarTengo una cerca de mi pueblo y trabaja allí un amigo mío. Él siempre me comenta que son sus niños grandes, que son personas y que necesitan mucho cariño. Yo le entiendo bien, ya que tengo personas cercanas con esta clase de patologías y sufren muchísimo, pero si no se les apoya, entonces... apaga y vámonos.
ResponderEliminarUn saludo Dani, me encanta tu blog, este tema es algo que nos compete a todos.